Vehículos militares y antidisturbios protegen de la «cólera campesina» el mercado de París que abastece a 18 millones de franceses
El mercado de Rungis, el mayor de productos frescos de Francia y que abastece a 18 millones de personas en París y su región, está siendo protegido por vehículos militares y un gran despliegue de fuerzas antidisturbios desde el lunes por la noche, informaron fuentes policiales, para prevenir posibles acciones de bloqueos de los sectores agrícolas que protestan por la subida de los precios del carburante
La autoridad policial ha establecido una zona de «protección reforzada» para garantizar el acceso de los camiones que transportan productos a este recinto, indicó la Prefectura de Policía de París en un comunicado.
La «cólera campesina» se ha propagado en las últimas semanas con bloqueos generalizados de refinadoras de petróleo y depósitos de carburante, que han provocado la intervención de las fuerzas de seguridad.
Descontento en el sector agrícola
Este movimiento de los agricultores, que protestan contra el encarecimiento de los carburantes y la competencia de los productos extranjeros, ha llevado a actuaciones de protesta que han terminado en enfrentamientos y bloqueos de carreteras e infraestructuras varias.
El ministro de Agricultura, Julien Denormandie, defiende el plan anunciado por el Gobierno de 400 millones de euros adicionales en ayudas y exenciones fiscales para el sector agrícola, a fin de compensar el alza de los combustibles. «Nos movilizamos por los agricultores», declaró el primer ministro, Jean Castex.
3 Párrafos:
1. Vehículos militares y antidisturbios resguardan el mercado de Rungis, principal proveedor de productos frescos para París y su región, ante posibles protestas agrícolas por el alza de precios del carburante.
2. El descontento en el sector agrícola ha llevado a bloqueos de refinerías y depósitos de carburante, generando tensiones y enfrentamientos.
3. El Gobierno ha anunciado un plan de 400 millones de euros en ayudas y exenciones fiscales para el sector agrícola como medida de compensación, mientras persiste el malestar en el campo.