Maduro clausura Oficina de Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU y expulsa funcionarios
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, anunció el cierre de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en el país y la expulsión de sus funcionarios. Esta medida ha sido criticada por diversos sectores, que consideran que reducirá la capacidad de supervisión y denuncia de abusos en Venezuela.
Detalles de la decisión
Maduro afirmó que la decisión de cerrar la oficina se tomó debido a la «permanente intromisión» en los asuntos internos de Venezuela. Asimismo, declaró como personas non gratas a todos los funcionarios de la oficina en el país. Se estima que la oficina ha estado operando en Venezuela desde marzo de 2019.
Reacciones y críticas
La medida ha recibido críticas de la comunidad internacional, incluyendo a la Unión Europea y Estados Unidos. Organizaciones de derechos humanos también han expresado su preocupación, argumentando que el cierre de la oficina dificultará la labor de documentar y denunciar violaciones de derechos humanos en Venezuela. El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, también ha lamentado la decisión y expresado su intención de seguir monitoreando la situación en el país.
Contexto
Venezuela ha enfrentado críticas por su historial de violaciones a los derechos humanos, incluyendo detenciones arbitrarias, torturas y restricciones a la libertad de expresión. El cierre de la oficina de la ONU se produce en medio de tensiones políticas en el país y un deterioro de las condiciones socioeconómicas.
Conclusión
El cierre de la Oficina del Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU en Venezuela y la expulsión de sus funcionarios han generado preocupación a nivel internacional. Esta medida plantea interrogantes sobre la capacidad de monitorear y denunciar violaciones de derechos humanos en el país, y podría afectar las relaciones de Venezuela con la comunidad internacional.