Enseñando baloncesto a presos: la labor de Manolo en Ocaña durante 22 años
Un compromiso que perdura en el tiempo
Manolo, un jubilado de la Agencia Tributaria, lleva 22 años enseñando baloncesto a presos en Ocaña. Su labor dentro del Centro Penitenciario de Ocaña I ha sido reconocida y valorada por la comunidad.
Una pasión compartida
A pesar de no tener formación específica en baloncesto, Manolo decidió compartir su pasión por este deporte con los internos, brindándoles la oportunidad de practicar algo diferente y alejarse de la rutina penitenciaria.
Impacto positivo en los presos
Gracias a las clases de baloncesto impartidas por Manolo, muchos presos han encontrado en este deporte una vía de escape y superación personal. La disciplina, el trabajo en equipo y la sana competencia son algunos de los valores que se promueven a través de estas clases.
Reconocimiento y agradecimiento
La labor desinteresada de Manolo ha sido valorada no solo por los presos, sino también por las autoridades del centro penitenciario y la comunidad en general. Su dedicación y compromiso son un ejemplo de solidaridad y altruismo.
Un legado que trasciende
Manolo demuestra que la pasión por el deporte y el deseo de ayudar a los demás no tienen límites. Su labor en Ocaña ha dejado una huella imborrable en la vida de muchos presos, quienes han encontrado en el baloncesto no solo un deporte, sino una oportunidad de crecimiento personal.
Palabras clave: jubilado, baloncesto, presos, Ocaña, solidaridad
Resumen:
- Manolo, un jubilado de la Agencia Tributaria, enseña baloncesto a presos en Ocaña desde hace 22 años.
- Su labor ha tenido un impacto positivo en los presos, brindándoles la oportunidad de practicar un deporte y fomentando valores como la disciplina y el trabajo en equipo.
- La dedicación de Manolo ha sido reconocida y valorada tanto por los presos como por las autoridades del centro penitenciario.
- Su compromiso con la enseñanza del baloncesto demuestra que la solidaridad y el altruismo pueden marcar la diferencia en la vida de las personas.
- El legado de Manolo en Ocaña trasciende el deporte, dejando una huella perdurable en la comunidad.